Convierta un suelo inadecuado en un medio de cultivo rico

El suelo de jardín, también conocido como suelo franco, se compone idealmente de una mezcla equilibrada de arcilla, arena y limo. Un contenido excesivo de arcilla puede provocar la acumulación de agua, lo que supone una amenaza para las plantas, las lombrices y los microorganismos beneficiosos. Por otro lado, una cantidad insuficiente de arcilla puede provocar que el agua se filtre rápidamente a través del suelo, impidiendo que las plantas absorban los nutrientes esenciales.

El objetivo de la enmienda del suelo arcilloso es aumentar el tamaño de las partículas, promover un drenaje adecuado del agua, facilitar la penetración del oxígeno en el suelo y asegurar la disponibilidad de nutrientes para la absorción de las plantas. Aquí encontrará una guía sobre cómo acondicionar el suelo arcilloso para crear un entorno propicio para el crecimiento de diversos tipos de plantas.

Cultiva plantas. El suelo arcilloso es relativamente inerte, así que para airearlo, agrégale vida. La materia orgánica es la levadura del suelo, creando bolsas de aire como la levadura en el pan. Entre las plantas que descomponen la arcilla se encuentran las que tienen raíces pivotantes profundas, como el rábano daikon, y las que tienen sistemas radiculares fibrosos, como el centeno o el trébol. Cuando las plantas mueren, su materia orgánica crea un compost natural que permite el drenaje del agua.

Acelera el crecimiento de las plantas incorporando compost. El compost, resultado de la descomposición de la materia orgánica por bacterias y lombrices (vermicompostaje), proporciona nutrientes fácilmente disponibles para la absorción radicular. Puedes conseguir fácilmente compost o estiércol de vaca compostado en centros de jardinería. Simplemente aplícalo como mantillo sobre la tierra. En regiones con temperaturas gélidas, el ciclo natural de congelación y descongelación integrará el compost en el suelo. En regiones sin heladas, la lluvia filtrará gradualmente los nutrientes al suelo.

Si no hay compost disponible o es demasiado costoso, agregue una capa de otros tipos de materia orgánica, como hojarasca, agujas de pino, recortes de césped, paja o heno de granjas locales o astillas de madera sin tratar.

Añadir lombrices acelerará la descomposición de la materia orgánica del suelo. Las lombrices excavan túneles en el suelo y lo airean de forma natural, mientras que sus excreciones contribuyen a su compostaje.